La hermandad del Cachorro ha anunciado a través de sus perfiles oficiales que no podrá estrenar su paso en este Viernes Santo como estaba previsto. Esto se debe a la inesperada lesión del imaginario José María Leal que lleva a cabo la ejecución de parte del trabajo, por lo que se ha decidido ampliar los plazos de finalización de los oficios que están interviniendo en dicha ejecución.
Una pena que el paso del Cristo de la Expiración no esté para esta Semana Santa tras la aprobación por los hermanos en cabildo general extraordinario celebrado el 15 de febrero de 2018.
La reforma del paso de Guzmán Bejarano será la del proyecto realizado por José María Leal. El proyecto se basa en dos vertientes fundamentales, principalmente en dotar al Cristo de la Expiración del mayor protagonismo en el paso, ya que con la configuración actual de las andas hay elementos que restan visibilidad a la imagen, algo que siempre se le ha achacado al paso de Guzmán Bejarano. La hermandad permanece en las labores de afrontar la reordenación de los elementos del paso para que formen una estructura piramidal cuyo centro esté protagonizado por el crucificado. Por ello, el diseño contempla mantener la estructura del canasto y respiraderos intacta, actuando en los candelabros y en las esquinas. Los nuevos guardabrisas permitirán una mejor visión del Cristo y, en las esquinas, se simplifican los elementos, que contará con columnas salomónicas.
Por otro lado, el proyecto pretende dotar de sentido iconográfico completo a todo el conjunto. La imagen del Cachorro es el «Verbo hecho carne», y la transmisión oral y escrita está representada mediante la realización de los cuatro Padres de la Iglesia occidental en las esquinas (sustituyendo a los faroles de plata, que también se retirarán de los costeros). Por otro lado, esta iconografía se completa con los cuatro Evangelistas, que irán en las hornacinas laterales, donde se prescindirá de las cartelas en plata actuales, ya que sólo se mantendrán las centrales del canasto. Todas estas figuras serán de madera policromada.
Por último, las andas del Cachorro si estrenará los nuevos faldones bordados por el taller de Francisco Carrera Iglesias «Paquili», sustituyendo a los actuales de terciopelo granate lisos. Los nuevos faldones estarán compuestos de una cenefa con el mismo dibujo que los respiraderos del paso.
Una pena que el paso del Cristo de la Expiración no esté para esta Semana Santa tras la aprobación por los hermanos en cabildo general extraordinario celebrado el 15 de febrero de 2018.
La reforma del paso de Guzmán Bejarano será la del proyecto realizado por José María Leal. El proyecto se basa en dos vertientes fundamentales, principalmente en dotar al Cristo de la Expiración del mayor protagonismo en el paso, ya que con la configuración actual de las andas hay elementos que restan visibilidad a la imagen, algo que siempre se le ha achacado al paso de Guzmán Bejarano. La hermandad permanece en las labores de afrontar la reordenación de los elementos del paso para que formen una estructura piramidal cuyo centro esté protagonizado por el crucificado. Por ello, el diseño contempla mantener la estructura del canasto y respiraderos intacta, actuando en los candelabros y en las esquinas. Los nuevos guardabrisas permitirán una mejor visión del Cristo y, en las esquinas, se simplifican los elementos, que contará con columnas salomónicas.
Por otro lado, el proyecto pretende dotar de sentido iconográfico completo a todo el conjunto. La imagen del Cachorro es el «Verbo hecho carne», y la transmisión oral y escrita está representada mediante la realización de los cuatro Padres de la Iglesia occidental en las esquinas (sustituyendo a los faroles de plata, que también se retirarán de los costeros). Por otro lado, esta iconografía se completa con los cuatro Evangelistas, que irán en las hornacinas laterales, donde se prescindirá de las cartelas en plata actuales, ya que sólo se mantendrán las centrales del canasto. Todas estas figuras serán de madera policromada.
Este será el séptimo paso de la hermandad del Cachorro en doscientos años ya que ninguno de momento ha convencido a la corporación de la calle Castilla. Esta nueva reforma parece que será la definitiva y que le irá como anillo al dedo al crucificado que tallara Ruíz Gijón.
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